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SE IN DISCRIMEN CONNICERE ABYSSUS (*)
No, no es el día, no es el mes, no es el año, no es el momento, no es una opción viable, no hay razón para la premura, ni siquiera “somos”, tan solo “estamos”… Y estamos haciendo un gran trabajo que, indudablemente, dará frutos a su debido tiempo.
Estamos aun labrando la tierra para plantar, eliminando rastrojos y malas hierbas. Hay que abonar, sembrar, arar, regar,…Tiempo, tiempo.
Ya recolectaremos el fruto, cuatro años, posiblemente más, sin prisas, sin pausas, cuidando con mimo e inteligencia los pequeños embriones que unidos, fusionados en uno sólo, alumbrarán el Partido que deseamos: el Partido GANADOR. Porque para hacer pequeños, fútiles e inútiles experimentos ya existe la gaseosa: “Los experimentos, con gaseosa, joven”, como le espetó don Eugenio D’Ors y Rovira a un poco avezado camarero que derramó sobre su terno parte del contenido de una cara botella de champagne (gracias a Dios, el ridículo “cava” aún no existía).
Pensemos, hermosa palabra, cuál ha sido el devenir de los pocos partidos políticos existentes. Y digo pocos, porque solo cuentan los que han conseguido fruto de su esfuerzo. El resto son AIRE, nada, polvo. Gasto estéril e inane arrojado al sumidero de la historia, con minúsculas.
No caigamos en la trampa de creernos “algo” en la brega política: eso es lo que quieren los grandes partidos, la presentación a comicios de pequeños partidos que dispersen el voto del contrario, que no del adversario. Entre todos, unidos, hemos de hacer crecer el roble, mejor aún, el baobab, que, con unas raíces sólidas y profundas, emerge sobre los embates del viento y de la lluvia, siendo cada vez más fuerte.
Un baobab hunde profundamente sus fuertes raíces en la tierra
Sigamos trabajando que tiempo habrá pues aún “estamos” muy verdes y muy solos. Agrupémonos, hagamos piña y, cuando “seamos” fuertes, arrojémonos al abismo del fragor político…pero no ahora.